Poner las espinacas con la sal en un cuenco y estrujar bien para sacar el jugo, reservar.
En un bol, mezclar la harina, 1 cda. de aceite de sésamo, el caldo de cerdo y el jugo verde de las espinacas. Amasar bien y dejar que la masa repose 20 min, tapada con un trapo. Extender la masa con el rodillo, estirar bien y cortar láminas cuadradas de unos 10x10 cm.
Para el relleno, mezclar el churro chino picado (para darle un punto crujiente), pimienta blanca, aceite de sésamo y un poco de tofu marinado. Hacer los huevos revueltos en una sarten, poco cuajados, reservar un poco para decorar y añadir el resto a la mezcla junto con las setas cortadas y el bambú fresco picado.
Rellenar las piezas formando unas empanadillas y sellar bien los bordes apretando con los dedos.
Poner agua al fuego y cuando rompa a hervir introducir las piezas de jiaozi, dejar que hierva 2 minutos y sacar del agua.
Servir con una pizca de vinagre de ajo (se dejan 10 dientes de ajo en vinagre durante una semana hasta que se pongan azules) y un poco del revuelto de huevo por encima y trufa de verano laminada.