Cook & Chef Bienestar

Alimento del mes: la calabaza

Lunes, 3 Octubre, 2022

Ahora que se acerca el día de Halloween, qué mejor que hablaros de las estupendas propiedades de la calabaza, una versátil hortaliza que podemos encontrar en el mercado todo el año; a pesar de que es en el mes de octubre cuando todos nos acordamos de ella.  Un alimento otoñal donde los haya, y que además de llamativo por su forma, y sobre todo, por su color anaranjado, es rico en vitaminas y en minerales.

La calabaza es el fruto en baya de la calabacera, una planta herbácea de la familia de las cucurbitáceas, de hojas grandes y ásperas, y flores de color amarillo intenso. Podemos encontrar diferentes variedades de calabazas teniendo cada una de ellas propiedades particulares. 

ORÍGENES

El origen de la calabaza se pierde en el tiempo, pues se conoce desde la antigüedad. Aunque algunas fuentes aseveran que su origen está en América, específicamente en México, parece que es una hortaliza nativa de Asia Meridional. Muchos escritores la mencionan en sus artículos, y se está al tanto de que en la época de los hebreos y los egipcios, éstos la sembraban. Inicialmente era para la utilización de sus semillas, y no para fines alimenticios.

Su ingesta pasa de Asia a América Central, y de allí al sur y al norte de dicho continente. Fue en el siglo XV, cuando los españoles llevan la calabaza a Europa, donde se propaga en las naciones de clima cálido.

 

CARACTERÍSTICAS

  • Flor: Las flores de la calabaza son de color amarillo y de grandes dimensiones, en forma de embudo. Tienen una existencia muy corta: florecen con las primeras luces y se cierran definitivamente a media mañana. Al ser una planta monoica, posee flores masculinas y femeninas, que pueden ser autofecundadas: una flor fémina puede ser fertilizada por el polen de una flor macho, perteneciente a la misma mata. No obstante, prevalecen las polinizaciones cruzadas: flores hembras fecundadas por el polen de otras plantas de la misma u otra variedad. Cuando es fertilizada la flor hembra, el fruto se desarrolla, y cuando no, se marchita.
  • Fruto: Comúnmente los frutos son de tamaño variable, desde calabacitas a calabazas de más de 20 kg. Son esferoidales, aplanados, curvos, de superficie lisa o rugosa; en tonos amarillo y verde. La pulpa es dura, de color naranja, y las semillas claras, aplanadas, de 1 cm de longitud. Los frutos y sus semillas se usan para el consumo humano, como forraje para los animales domésticos, como productos medicinales, y como elemento decorativo. Las semillas de calabaza se consumían abundantemente tostadas, antes de ser relevadas en el comercio por las pipas de girasol.
  • Tallo: Tiene un tallo semileñoso, que puede ser rastrero o trepador, con resortes que se enredan, y que emplea para trepar.
  • Hojas: Las hojas son de grandes proporciones, en forma de corazón, y con incisiones profundas y ásperas al tacto. Son de color verde.

 

VARIEDADES

  • Calabaza de verano: Es de piel clara y fina, con semillas blandas, de corta existencia. Dentro de este tipo se distinguen la calabaza bonetera, de color blanco, verde o amarillo; la calabaza espagueti, con un color amarillo; y la calabaza rondín, de corteza naranja y carne blancuzca.
  • Calabaza de invierno: Tiene un sabor más dulce que la de verano, pero es seca, con menos contenido de agua, y con una corteza gruesa. Posee un tiempo más largo de duración por lo grueso de su piel. Se distinguen la calabaza banana, de cidra o zapallo, con una pulpa empalagosa y de un vivo color amarillo; y la calabaza confitera o cabello de ángel, de forma y color variables. De esta última se obtiene el dulce de cabello de ángel, relleno utilizado para la elaboración de postres de pastelería.

Abundan otras variedades de calabaza como la Americana, la Amarilla gruesa de París, la Llena de Nápoles, la Roja de Etampes, la Verde Española, la calabacita de Brasil, y la calabaza del peregrino o calabaza del vinatero, que seca se utiliza como recipiente.

 

BENEFICIOS Y PROPIEDADES

La calabaza es sumamente nutritiva y saludable. Además de ser empleada como antihelmíntico, propiedad convalidada experimentalmente, es provechosa para las dietas de adelgazamiento, por su bajo contenido de calorías.

Posee altas dosis de agua y fibra, por lo que resulta ideal para combatir el estreñimiento y evitar la retención de líquidos.

El aceite que se extrae de la calabaza, es apropiado para contrarrestar cuadros infecciosos, virus y resfriados, ya que cuenta con antioxidantes, vitaminas y minerales, destacando las vitaminas A, E y C. Al ser ricas en antioxidantes, previenen la degeneración celular, siendo el antioxidante más importante el beta-caroteno, pigmento que da el color anaranjado a la calabaza y que, además, tiene multitud de propiedades beneficiosas como mejorar de las mucosas digestivas  que ayudan a prevenir enfermedades gástricas, o ayudar a mantener la vista sana mejorando la agudeza visual. Ese mismo beta-caroteno protege de los rayos solares y la pulpa es muy solicitada para la preparación de máscaras fáciles que suavizan y eliminan las células muertas de la piel, especialmente si se mezcla con huevo, leche y miel. Además, reduce los riesgos de tener cáncer de pulmón y próstata.

Los que padecen de diabetes también se ven favorecidos con la ingesta de calabaza, puesto que disminuye la glucosa de la sangre e incrementa la insulina que produce el organismo. Como si fuera poco, protege el corazón, por sus dosis de magnesio, favorece la producción de tejidos sanguíneos, mejora el sueño, reconstituye las energías después de una larga jornada de ejercicios y combate la depresión, por su composición de triptófano, serotonina y niacina, compuestos que elevan el estado de ánimo y potencian la felicidad.

 

EN LA COCINA

A la hora de cocinar la calabaza, debemos tener en cuenta una serie de recomendaciones. Si seguimos estos sencillos pasos, evitaremos las pérdidas de vitaminas y minerales por disolución y por destrucción.

  • Si vamos a hervirla, mejor cortarla en trozos grandes. La subdivisión de los alimentos favorece el aumento de las pérdidas.
  • Incorporar las verduras cuando el agua ya está caliente. Si lo hacemos en agua fría las pérdidas pueden llegar a duplicarse.
  • Podemos aprovechar el líquido de cocción de la calabaza en caldos o sopas, señala esta organización. Si seguimos este consejo, podremos disfrutar de un caldo rico en vitaminas y minerales.

 

CÓMO SE CONSERVAN

Como norma general se deben proteger de focos de calor, frio y luz. Las calabazas hay que mantenerlas en lugares frescos y secos (temperatura ideal entre 10ºC y 16ºC), con una buena circulación de aire. Pudiendo aguantar de 3 a 6 meses desde su recolección. Cuanto más dulces son las calabazas menos tiempo se deben almacenar.

Un lugar ideal para almacenar las calabazas es un sótano sin calefacción o despensa fresca. Evitando áreas con temperaturas de congelación o temperaturas superiores a 16ºC. Hay que inspeccionarlas cada 2 semanas durante el almacenamiento, porque pueden desarrollar manchas o podredumbre, teniendo que desechar la calabaza que presente estos síntomas.

Las calabazas hay que lavarlas, justo antes de usarlas, no antes de guardarlas. No se deben conservar en el frigorífico las calabazas crudas y enteras, aunque una vez cortadas  y/o cocinadas se requiere su refrigeración preferentemente protegidas con un film de plástico.