Cook & Chef Entrevistas
Marina Gaši
Me gusta preparar los alimentos con cariño para la persona que los va a degustar
En primer lugar, me gustaría decir que no soy un chef "típico".
Mis padres tenían su propio restaurante y yo nací literalmente en la cocina.
Era el único lugar donde podía estar con ellos. Después de morir mi padre en 1992 (yo tenía 8 años), mi madre decidió cerrar el negocio. Nunca pensé en trabajar en un restaurante o reabrirlo de nuevo.
Pero como siempre... nunca se sabe lo que sucederá en la vida. Así que un día mi marido me dijo que debíamos reabrir el restaurante familiar y que mi madre nos ayudaría, aunque esto no sucedió así.
Y por eso estoy aquí, escribiendo ahora estas líneas. Puedo afirmar que empecé a cocinar desde el mismo día que inauguramos nuestro restaurante, exactamente el 17 de julio de 2011. Como se pueden imaginar, mi madre fue la persona que más me ha influido y siempre me inspiro en la vida y en las pequeñas cosas que nos suceden diariamente.
Mi filosofía es muy simple... solo hacer que las personas se sientan cómodas y felices.
En nuestro restaurante servimos solo pescado y marisco y me gusta prepararlo de muy distintas maneras, entre crudo y cocinado, pero nunca se encontrarán con un sabor clásico en nuestra casa... siempre les sorprenderemos. Tengo que decir también que nos gustan muchíiiiiiiisimo las especias.
¿Mi utensilio favorito? El cuchillo. Un cuchillo bien afilado. Me gusta preparar los alimentos con cariño para la persona que los va a degustar. Mi consejo para los jóvenes chefs es que el trabajo duro no es suficiente: si no se pone pasión en el trabajo, no ocurre nada. Tienen que amar su propio estilo y filosofía. No hay necesidad de copiar nada, créanme. Sean ustedes mismos... siéntase libres de serlo y la gente lo reconocerá y lo apreciará. Al contratar a alguien solo tengo que ver lo que veía en mí misma cuando inicié este viaje.
No tenemos un menú fijo y no tenemos carta, así que cuando viene alguien le explicamos nuestra filosofía y es raro que alguien no la acepte. La gente simplemente cree en nosotros, entra, se relaja y disfruta.
Me he dado cuenta de que cocino para transmitirles a la gente ciertos tipos de emociones y para hacerles sentirse bien... esa es mi ambición en la vida: hacer feliz a la gente.
