Cook & Chef Bienestar
Tres minutos para conectar con tu interior
¿Cuántas veces al día te paras a conectar contigo mismo? Hoy en día se ha convertido en una hazaña poder dedicarte tiempo de calidad, pero te propongo una práctica breve y sencilla que puedes utilizar varias veces al día para no dejar de lado algo tan importante como conocerte en profundidad.

- Identificar en qué modo estas, si “modo hacer” o “modo ser”, y activar el que sea necesario en ese momento.
- Conocer tus patrones mentales y tu funcionamiento con curiosidad mientras te cuidas.
- Fomentar la calma, aprendiendo a ser más responsivo que reactivo ante situaciones difíciles.
- Entrenar la flexibilidad de la atención con el foco abierto o el foco cerrado, centrarte en una cosa en concreta o en varios aspectos de la experiencia que se da en el momento.
- Tomar conciencia de las diferentes formas de relacionarte con la experiencia. Puedes elegir la forma de actuar gracias a que puedes observar lo que ocurre desde la distancia.
SOLO TRES PASOS Y TRES MINUTOS
PASO 1: FOCO ABIERTO. Tomamos conciencia del entorno, del cuerpo y de la experiencia interna.
- Crea una postura atenta, sentada, tumbada o de pie y cierra suavemente los ojos.
- Toma conciencia del lugar en el que estás, la luz, la temperatura, los sonidos, los olores. Presta atención a la información que recibes por tus sentidos. Conecta con el cuerpo, siente el contacto de tus pies, piernas, las sensaciones que surgen agradables o desagradables, o ausencia de sensaciones y si cambian.
- Viaja ahora a tu interior, conecta con tu experiencia interna. Detecta tus pensamientos, tus sensaciones, tus emociones, tus impulsos.
- Atiende a la experiencia de manera general, observa todo lo que surge, cómo se relaciona, sin fusionarte con ello, solo siendo consciente con distancia y viendo lo que cambia.
PASO 2: FOCO CONCRETO. Atención a la respiración
Desplaza la atención a tu respiración, siéntela en la nariz, en tu pecho o abdomen. Conecta con la inhalación y la exhalación, momento a momento, sin modificarla. Aparecen pensamientos y vuelves a llevar tu atención a la respiración, una y otra vez, todas las veces que necesites.
PASO 3: FOCO ABIERTO. Conecta y amplia tu consciencia
- Siente tu consciencia en tu cuerpo y como abarca todo tu ser, cómo estás respirando. Permanece ahí conectada.
- Poco a poco toma consciencia de tu postura y expresión facial, sonríe suavemente, agradece este ratito de conexión y autocuidado. Y respira con la intención de seguir atento el resto del día