Helado de grosella y lavanda
By Viktoria Nazarenko
0.75 h
4 raciones
Dificultad:
Media
Ingredientes
350 g de nata300 g de leche
75 g de azúcar
15 g de azucar avainillado
1 cucharada de flores de lavanda
10 g de almidon de maiz.
- Mezclar la leche con el azúcar, el azúcar avainillado y las flores de lavanda.
- Derretir el almidón de maíz en unas pocas cucharadas de leche y verterlo en la mezcla de leche. Hervirlo durante unos minutos de manera que se obtenga una gelatina líquida. Enfriar la mezcla de lavanda primero a temperatura ambiente y después en el frigorífico.
- Batir la nata hasta que esté a punto de nieve y meterla en el frigorífico también.
- Elaborar un sirope con 60 g de azúcar, miel y agua (llevar la mezcla a ebullición y cocer durante unos minutos). Cubrir la grosella fina con el sirope. En unos minutos, mezclar la grosella con el sirope. Después de eso, pasar la grosella por un tamiz.
- Meter el puré de grosella al congelador durante 2-3 horas, removiendo cada 30 minutos para evitar que se endurezca (o congelar en una heladera).
- Mezclar la mezcla de lavanda y nata batida. Verter la mezcla en la heladera o en un recipiente y meterlo a congelar, removiendo cada 60 minutos. En 3-5 horas la mezcla deberá estar congelada.
- Mezclar el helado de grosella con el helado de modo que resulten visibles las capas. Verter el helado en una bandeja y meterlo en el congelador durante varias horas en el recipiente de cupcakes.